En Aguilar Comunicación teníamos esta cita marcada con un doble asterisco en el calendario. Tuvimos el placer de visitar un año más una de las ferias de arte contemporáneo más importantes en el panorama internacional, la 37 edición de ARCO.

Este año, ARCO Madrid ha reunido en sus pabellones 7 y 9 de IFEMA un total de 211 galerías de 29 países, y entre ellas, una de las cosas que más nos llamó la atención fue que este año no había país invitado, sino que nos planteaban tener una cita con… ¡El futuro! bajo el lema “El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer” en un pabellón diseñado por Andrés Jaque, donde se planteaba una hipótesis al propio artista y espectador que nos conmovió muchísimo; el futuro es nuestro, y… cómo lo vamos a plantear?

Nos encantó poder ver ese guiño al futuro y también la sensación de que cada vez más, las mujeres tienen más peso en el panorama artístico. Porque aunque, como ya sabemos, el director de la feria es hombre, Carlos Urroz, año tras año van aumentando el número de mujeres responsables de los programas. Además de la cantidad de artistas mujeres que sucumbieron en la feria con su fuerza a través de sus obras, como la estructura de  Cristina Iglesias, o la pieza de Teresa Solar Abboud.

Del panorama nacional, una vez más Juan Genovés. Y es que este valenciano, nos volvió a deleitar con su muchedumbre y sus pincelas más hipnotizadoras, que nos replantean grandes multitudes en gran formato,

Metros y metros de arte que dieron para muchísimo. Buenas conversaciones, como la que tuvimos con Juan Garaizabal, que por cortesía de la galería Álvaro Alcázar, nos contó de primera mano una de sus obras más sorprendentes, usando la geometría con materiales como el ladrillo, el acero y la madera. Además, nos adelantó que la pieza expuesta iba a ser parte de la estación de trenes de Seúl ¡Qué pasada!

Después de horas y horas observando, aprendiendo y sensibilizándonos con las obras, no pudimos resistirnos al espacio VIP de ARCO. Este año ha sido el estudio del arquitecto Cuarto Interior quien ha decorado estos metros cuadrados tan exclusivos. Lo que más nos gustó, fue el guiño a las auroras boreales en la entrada del restaurante, donde además tuvimos la suerte de comer.

Está claro que ARCO nunca deja de sorprendernos, y que a todo nuestro equipo nos encanta volver cada año. Sin duda, será una fecha que volveremos a marcar muy fuerte en el calendario del año que viene.